En la Sagrada Comunión, recibimos a Jesucristo, quien se entrega a nosotros en su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Esta unión íntima con Cristo significa y fortalece nuestra unión con Él y Su Iglesia. Jesús habla de la importancia de la Sagrada Comunión cuando dice: “si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tienen vida en ustedes” (Juan 6:53). Como la Sagrada Comunión nos une a Jesús, también nos fortalece contra el pecado, nos ayuda a vivir una vida cristiana, y nos prepara para el banquete celestial.
El pasado sábado 24 de junio, en el marco de la Solemnidad de San Juan Bautista, diez jóvenes de la comunidad de Balaxté, recibieron por primera vez el Cuerpo y la Sangre del Señor. Acompañados por familiares y amigos, pudieron experimentar la presencia del Señor Resucitado a través de la Sagrada Eucaristía.







