Esta semana Santa 2019 fue muy rica espiritual y culturalmente. Nuestros barrios y sectores vivieron intensamente en el camino, su fe, en la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Con mucho tiempo de anticipación nuestros sectores y barrios se organizan para vivir las fiestas pascuales. Organizan viacrucis en las calles y colocan altares en las casas enumerando las 14 estaciones. Es interesante y edificante ver como viven su fe centrada en el misterio pascual, ya que se dan la oportunidad de rezar por el camino las estaciones del viacrucis. Algunos van vestidos de soldados, otras van de las santas mujeres, otros como pueblo en general y en especial alguien representa a Jesús con la cruz a cuestas. Al final de la viacrucis se tiene la celebración de las siete palabras, además de la celebración de la adoración de la cruz. Y generalmente por la tarde el pésame a María y el rezo del Rosario. Algunas ocasiones una pequeña procesión en silencio.
Las distancias para recorrer el viacrucis en algunos sectores llevan tiempo entre 1 hora y media y 3 horas, sobre todo en los barrios mayormente poblados. Al final del viernes santo ya se prepara la Vigilia Pascual, en donde todos los fieles se reúnen para la bendición del Fuego Santo que representa la luz que Cristo viene a traer a su Iglesia con su Resurrección. Son múltiples y variados los ejercicios de piedad que realizan nuestros sectores, de diferente índole, duración, distancia, personajes, preparación y entusiasmo. Pero todos con la misma fe que nos une como cristianos en un mismo señor y en un mismo bautismo. (Efesios 4, 5-6)